Lo que dejó Paraná

Mientras se recuperan del intenso fin de semana largo y festejan el título y el ascenso, las chicas del Polideportivo Butaló siguen recibiendo saludos y felicitaciones, que se suman a los halagos que el equipo cosechó en Paraná, en forma conjunta y en lo individual.
Mientras esperamos los números oficiales que la APS entregará, dicen, en breve, quedan cosas que destacar que surgen claramente. El equipo tuvo un rendimiento sólido en la mayor parte del torneo y si hubo algunas dudas o lagunas se disimularon por el, en muchos casos, bajo nivel de los adversarios.
Esto no minimiza el trabajo del equipo. Cuando en la teoría se es superior hay que ratificarlo en la cancha y eso no siempre sucede. A veces, saberse superior induce a errores o desidia y los resultados no aparecen. Butaló “debía” liquidar a sus rivales lo antes posible y eso hizo. Al punto que esos 9 juegos fueron en verdad algo menos, porque salvo la semifinal ante Talleres de Paraná, que terminó 4 a 1 en siete entradas, el resto fueron nocauts y no en el quinto sino en el cuarto y uno en el tercero.
Esta impresionante seguidilla tuvo que ver con varias cosas. Todas las jugadoras rindieron a pleno, las que son la base lo hicieron y también jugaron bien, incluso por sobre las expectativas, las más nuevas y menos experimentadas.
Algunas son una verdadera garantía y se cargaron al hombro sin problemas la responsabilidad de sostener al equipo. Al punto, que sumado al gran aporte del resto hicieron olvidar que tres piezas de importancia se quedaron en casa por diversos motivos. El equipo hizo el torneo soñado, nada de lo que se hizo podría haber sido mejor.
En lo previo uno podría aventurar que Butaló está para mezclarse entre los ocho primeros. Lo demostró en la Copa Morón (debut absoluto del equipo) y en el argentino de selecciones de un mes atrás. Lo ratificó ahora en Paraná. No significa eso que el año que viene será campeón, el objetivo debería ser mantener la categoría y para eso tiene pasta. Lo que, como ahora, debe demostrar en la cancha.
Vicki Sciuto y Celeste Vega dominaron desde el círculo. Se repartieron los juegos y Vicki se quedó con el premio a la mejor lanzadora, en principio porque lo hizo en la final. Celeste integró el equipo ideal premiado por la organización y Rocío Galdame ganó el premio a la mejor bateadora con números de fantasía. Pero es injusto sólo mencionar a ellas, porque si bien es cierto que se destacaron, no fueron las únicas. Por lo tanto vamos a esperar las estadísticas oficiales, que seguro van a respaldar nuestro concepto.
Por ahora vayan estas fotos, rescatadas del álbum de “Mujeres Softbolistas”. Se ve a Celeste Vega encabezar la fila junto a Juliana Ibarra en busca del trofeo mayor, después la “adoración” y finalmente el grupo completo, feliz en la tierra batida del estadio “Ing. Nafaldo Cargnel”. Habrá más.