La nueva polémica

Una nueva polémica ha nacido a través de Sóftbol de la Llanura, generada en forma espontánea por nuestros lectores que aquí han encontrado un espacio para opinar y debatir a partir de la pregunta que aún no tiene respuesta oficial: quién es o será el/la técnico/a de la selección nacional sub 19, que en febrero jugará en La Pampa el sudamericano de la categoría.
El debate ha tomado algunos ribetes inesperados, con sugerencias de algunos manejos respecto de las decisiones al momento de designar, antes y ahora, por parte de la CAS. En verdad no haría quién escribe más que arrimar leña al fuego con otra opinión. Al cabo, no haremos otra cosas que dar espacio a quienes, respetando ciertas líneas de educación y cordura, opinan. Reiteramos que no lo hemos generado, somos el vehículo, aunque sepan que leemos y decidimos sobre todo lo que publicamos y lo que va a la papelera de reciclaje. Son nuestras reglas del juego, el que quiera jugar es bienvenido.
Pero sí queremos aportar sobre el tema específico, con la información que tenemos, lamentablemente extraoficial. Creemos que de buena fuente. Y decimos lamentablemente porque a esta altura la CAS ya debiera haber tomado una determinación clara, con un evento tan cercano como el que comenzará el último día de enero.
La renuncia de Juan Pablo Martino, que trabajó un largo período preparando el equipo para este postergado torneo, fue un secreto a voces desde mucha antes que se hiciera oficial, lo que ya ocurrió tiempo atrás. Demorar los anuncios parece una política de nuestros dirigentes. Pero lo que ha sido extenso, demasiado en nuestra opinión –siempre una opinión y tal vez con el pecado a cuestas de la información parcial- es el tiempo que se tarda en dar respuesta a la urgente necesidad de cubrir el puesto. Hace mucho que Martino se fue, mucho, tanto como se demora en reemplazarlo a muy poco tiempo de un serio compromiso internacional.
Esa ausencia de voces oficiales, genera además una inevitable ola de rumores, dimes y diretes, que al cabo lo que hacen es que la persona designada, sea quien fuere, llegue al cargo con cierto desgaste, especialmente si es alguien a quién se menciona con insistencia –también el nombre en danza es un secreto a voces- y que no tiene precisamente todo el consenso.
Al menos es lo que parece. Si la CAS ha tomado la decisión, anúnciela y que el nuevo/a manager se ponga a trabajar urgente. Es lo que le hace falta al equipo nacional, que como dijimos (porque lo vimos) mostró en Bahía sus muchas virtudes y también sus muchos defectos y carencias.
Se dice que Claudia Tazzioli es la elegida para reemplazar a Juampi Martino. Si es así, rápido a decirlo para que se ponga a trabajar en forma oficial. Si no lo es, que se diga cuanto antes el nombre porque es obvio que las circunstancias así lo ameritan. Y porque de esta manera, con las cartas sobre la mesa, se acaban las especulaciones. Puede que a las autoridades esto mucho no les importe, lo de los comentarios, dimes y diretes, y no está mal. Pero coincidirán en que esta dilación aleja a los dirigentes de las conductas que de ellos se espera.
Días atrás tuvimos con el presidente de la CAS una conversación respecto de ciertas posturas nuestras que no recibían respuestas, que tenían. Ese silencio provocó roces y malestar. Si ahora está la decisión y además urge, díganlo. Por favor. Saludos y los esperamos a todos en La Pampa para el sudamericano.