domingo, 7 de febrero de 2010

Brasil, la pared

Argentina tendrá que alcanzar la final del sudamericano por el camino más largo después de caer esta noche, en forma incuestionable frente a Brasil por 10 a 6, en un atractivo juego seguido otra vez por una multitud en el estadio Arnaldo Gómez de la Federación Pampeana.
A las 5 de la tarde de este domingo se medirá con Venezuela, que en el partido que abrió la doble jornada noqueó a Colombia por 7 a 0 en cinco entradas. El equipo cafetero ya es sólo espectador
La final se jugará a las 8 de la noche y ahí espera Brasil, el equipo del que hay que hablar. Brasil ha sido una pared que todavía Argentina no ha podido saltar. Tal vez todos están esperando referencias a nuestro equipo, las habrá, pero es un acto de justicia reconocer la gran capacidad de este disciplinado, ordenado y talentoso equipo brasileño, que es cierto que tuvo algún traspié, que hay maneras de ganarle pero que ya pudo tres veces con Argentina.
Las chicas ganadoras tuvieron esta noche una defensa casi perfecta y la mayoría de las carreras argentinas vinieron por mérito propio, con hits, toques y robos, en tanto que si bien conectaron, las ganadoras tuvieron la inestimable colaboración de la defensa albiceleste, muy errática en las asistencias.
Tuvo el juego etapas y Argentina pegó primero, duro. Tras una primera entrada en blanco, y con Sciuto también dominante, un triple de Marina Cañizo, impulsada por Vicki Sciuto trajo la primera y por gestión de Peñarroya primero y Aldana Gómez después la lanzadora local pisó la goma para la segunda.
La alegría no se extendió, porque a su turno Brasil pasó 4 veces por el plato, sin un solo imparable y con el recurso de provocar los errores defensivos. Fue un tramo de total desconcierto, porque se extendió al ataque, que no volvió a producir hasta el quinto.
Pero sí lo hizo Brasil, hasta hacer presagiar en un momento que todo podía concluir en el quinto. El tercero y el cuarto también fueron positivos para el ganador con dos y dos pasadas por la goma para llegar a la décima en la sexta. En tanto, Argentina nada hasta el sexto cuando Aldana se embasó con toque, Aranda bateó sencillo y otra vez le dio duro Cañizo (3 de 4 con single, doble y triple) para traer dos.
Con Peñarroya en el círculo desde un buen rato antes, el sexto fue un suplicio que terminó a buen precio, porque hubo bases por bolas, casa llena y un par de hits que no se combinaron más que para dos. Tres elevados que tomó Sciuto en el center fueron el pasaje de salida al último intento.
Un error, de los escasos de Brasil en defensa, le permitió a Dolores Fernández anclar en primera, Aranda la siguió con boleto gratis pero una rola de Galdame permitió matar en tercera. Otro hit de Cañizo, sencillo, le dio a Argentina la quinta en los pies de Aranda y con corredoras en segunda y tercera y dos fuera (Aldana había sido la primera del turno) Peñarroya bateo rolling, el short no pudo asistir a primera y Galdame anotó, pero Cañizo se pasó en tercera y fue obligada a correr al home donde fue puesta fuera por irse lejos de la corredera en su intento por escapar. Fue el final.
Esta vez a Sciuto le conectaron más, mermó su número de chocolates y, si bien repetimos que hubo muy pocos imparables (Argentina bateo muchos mas) no estuvo bien el respaldo de la defensiva. No está nada mal, por el otro lado, las seis carreras y la cantidad de imparables y toques para embasarse, todo lo contrario, pero ante un equipo tan prolijo y eficiente no se puedan dar esas ventajas, no perdona el error.
El camino esta ahora lleno de obstáculos, pero la esperanza sigue intacta.

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