Si, es así nomás. A la selección argentina no le salió hoy ni el tiro del final, que lo pudo ejecutar con mejor fortuna el equipo de Gran Bretaña para quedarse con el juego por 2 a 1 en ¡¡¡9!!! entradas.
Y el final es con bronca, porque más allá de todo lo que pueda decirse, a favor o en contra del equipo nacional, sus jugadoras, su cuerpo técnico y dirigentes, el esfuerzo al trabajo realizado merecía un premio, una gratificación final. Y ese premio hubiese sido ganarle a las británicas, lo que estuvo cerca en algún momento.
Tras haber estado “ahí”, en este juego y en otros, de no haber alcanzado tal vez ciertos objetivos propuestos, hoy las chicas argentinas volvieron a poner todo, el cuerpo técnico probó con todo el manual pero no alcanzó. No alcanzó para llevarse el triunfo, pero tal vez si para dormir tranquilos en cuanto a la entrega, la garra y el corazón que, por cierto, le han destacado en Venezuela.
A la hora de los números, y pasados esos momentos de tensión de la definición, está claro que Gran Bretaña estuvo siempre cerca y Argentina muy lejos. Un imparable en todo el juego, incluidos los dos episodios extra, dado por Agustina Godoy en el séptimo y cuatro jugadoras en circulación en todo el juego, incluidas la que arrancaron en segunda en la octava y la novena, son un dato contundente.
La lanzadora Townsend venía para juego perfecto hasta la alta de la séptima cuando Godoy bateó por el centro del campo para anclar en primera. Carla Villalva negoció boleto y la albiceleste estuvo cerca, pero dos ponches seguidos terminaron con la única embestida en todo el juego.
Del otro lado, hay que decirlo, tampoco los bates sonaron mucho. Abrió Vicki Sciuto, que lo hizo muy bien cinco entradas, permitiendo sólo 3 hits, otorgando 4 boletos, 4 chocolates y golpeando a una. En ese tramo del juego, mientras Gran Bretaña defendía al ritmo del 1, 2, 3… diez de sus jugadoras estuvieron por las bases, muy cerca en la segunda y la cuarta entrada de pisar la goma.
Tras un hit en la apertura del sexto, Villalva vino a relevar y hasta el final abanicó a 3, permitió 4 imparables (uno un infield hit, según anotación oficial) y no dio boletos.
Con el marcador en blanco, ninguno de los dos equipos pudo en el octavo. Florencia Olheiser arrancó en segundo y Magui Frezzotti la puso en la antesala con un toque especialidad de la casa; pero detrás se poncharon Tellechea, que vino por Clark, y Soledad Angelletti, que tomó turno por Sciuto en dos cartas que jugó Spotorno, a quién en juegos anteriores criticamos por no intentar traer desde la banca la soluciones pero que hoy apeló a todo lo que tenía.
La defensa nacional capeó el temporal en la baja, poniendo fuera a la que empezó en la segunda en el mismo plato, tras un “squeeze play”, que Olheiser resolvió con pase a la receptora Tati Tavella, sentenciando a Kristen Whitt. Un out por regla y un ponche completaron el turno para seguir soñando.
Pilar Rodríguez entró a correr por Sciuto para empezar al novena. Naty Jiménez la puso en tercera con sacrificio y una rola de Godoy a la banda contraria le permitió a “Pili”, por fin, pisar el plato.
Había que defender la ventaja, la hazaña estaba cerca. Pero Gran Bretaña, hay que decirlo, lo impidió de la mejor manera. Primero un infield hit en jugada confusa y después dos sencillos seguidos, trajeron a casa a English y Jones para sellar la suerte final de Argentina en el mundial.
Argentina se va del mundial con récord de 1-6, lo que según datos de la CAS iguala la anterior participación, en 1994, y le suma al palmares la segunda victoria en un mundial.
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