Las designaciones de los árbitros para este argentino que hoy terminó aquí resultaron una larga novela, de un final no muy feliz. “Queremos que el torneo tenga a los mejores”, se insistió desde la CAS en medio de la discusión con la Federación Pampeana, preocupada por el tema de los costos de hacer viajar a árbitros de puntos alejados. Y así finalmente se hizo. De esta forma, un árbitro de Buenos Aires, uno de Río Cuarto y dos de Paraná, llegaron a Santa Rosa para sumarse a dos locales. La FPS asumió el costo de alojamiento y comida de todos y el costo del traslado desde Buenos Aires y Río Cuarto. La CAS, ante la insistencia de la Pampeana, decidió pagar el traslado de los árbitros de Paraná y zanjar las diferencias de criterios y discusiones.
El razonamiento de La Pampa tenía un sentido. ¿ Porqué traer árbitros desde 850 kilómetros si los hay en otros puntos más cercanos, como Bahía, Olavarría, Lincoln y varios más en la propia Buenos Aires ?. “Queremos que estén los mejores”, se insistió.
Pasando en limpio, Emanuel y Oscar Garbarino llegaron desde ...
Paraná. Un poco en serio y con mucho de broma, en el congreso de delegados un dirigente de la CAS al mencionar la necesidad de cumplir los horarios, “recomendó” especialmente este tema precisamente a los paranaenses, según sus palabras acostumbrados “a manejarse con otro reloj” que el resto y llegar tarde. En la mañana del domingo, Oscar Garbarino estaba designado para arbitrar en Bahía-La Pampa pero nunca llegó. El internacional Javier Peñarroya, encargado de las designaciones, debió tomar la careta y hacerse cargo de la situación, pero además tomó la decisión de excluir a Garbarino en forma definitiva de las designaciones.
Por si no quedó claro, Oscar Garbarino vino a La Pampa a arbitrar y este domingo no llegó a la cita. Se lo vio más tarde sentado en la tribuna del “Arnaldo Gómez” como un espectador más. Para eso se gastó dinero en su traslado desde Paraná.
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