Foto: Darío Feininger, Ángel Yorgovan, Dario Waispek campeones del 85
La muy buena iniciativa de los pibes de All Boys B, que lo idearon y lo hicieron, salió muy bien. Tan bien, que no sólo se vivió en la cancha y las tribunas, sino que los pampeanos que están lejos también lo palpitaron a la distancia. En este mismo blog, sí lo testimonian los cortos pero reveladores mensajes de las hermanas Liliana y Nora Otermín, campeonas argentinas en 1992 como parte de ese grupo que el sábado por la tarde se mezcló con las jugadoras de hoy para dar forma a un entretenido juego, teñido de emoción y alegría de punta a punta.
Siete integrantes de aquel equipo estuvieron presentes, otras no pudieron estar por distintas razones y otras, como Liliana y Nora lo hicieron a la distancia. Como ellas mismas dicen, habrá otras ocasiones.
Lo mismo sucedió con el juego de lento, en el que ocho jugadores del plantel campeón argentino de cadetes de 1985 alinearon en el amistoso junto a su técnico, Angel Yorgovan y asistidos por Norberto Mayoral, coach en aquella hazaña. Enfrente un grupo que está intentando darle forma a la categoría, liderado como siempre por Arnaldo Gómez, el prócer muy bien homenajeado pero que sigue por suerte haciendo méritos para este reconocimiento permanente, como si eso hiciera falta.
Los juegos de cadetes e infantiles completaron el programa, que incluyó un atractivo espectáculo de danza folklórica antes de dar paso al juego de los mayores, elegidos en votación y divididos al azar en el equipo Norte y el equipo Oeste, según la banca que les tocó ocupar. Jugaron todos, como era lógico y ganó el Norte, pero eso mucho ya no importa.
Para cerrar el derby de cuadrangulares, ganado por Manuel Mata, que en la fase final superó a Cristian Cerezal, que había descollado en la ronda inicial. Pichi se quejó a los organizadores, el tiempo de espera y el fernet ingerido para matizarla conspiraron contra su poder en el tramo final. Con el humo de los choripanes invadiendo el ambiente y un clima de buena camaradería llegó el lunes.
Esta especie de cierre del año (no de temporada, esto sigue apenas pasen los Reyes Magos) viene a poner un broche importante. El sudamericano de mujeres de febrero, una organización domestica que va creciendo junto al número de jugadores en inferiores que también se ensancha, los buenos y muy buenos resultados de todo el año en materia de competencias nacionales, tanto a nivel selecciones como clubes –coronados por el argentino de infantiles ganado por All Boys hace apenas una semana- mas la inclusión en el calendario anual de 2011 de importantes torneos de nivel nacional en casa y finalmente las importantes presencias de jugadores pampeanos en los seleccionados argentinos son puntos altos de un buen año que se va pero que, como queda claro, pretende prolongarse una vez pasadas las fiestas de fin de año que se avecinan. (Fotos: Agustina Urdaniz)
1 comentario:
Hola,sin dudas uno de mis sueños,lo intentamos hace un par de años,juntarnos para jugar el campeonato Argentino,pero no pudo ser,lo cambiamos por una excelente cena en casa de Darío,espero que no falte ocación,pero no puede pasar mucho tiempo,los años se notan.....besos.
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