Mientras todas las miradas estuvieron posadas en Medellín, en el Cenard, en Buenos Aires, la pre-selección nacional juvenil está concentrada cumpliendo el último de estos ya casi rituales en tal carácter: pre-selección. Es que este domingo, Mariano Spotorno, como conductor principal del cuerpo técnico, deberá anunciar a los chicos quienes son los elegidos definitivos para vestir la nacional nada menos que en el mundial que se va a jugar en casa.
Aún cuando Mariano y su cuerpo técnico tengan muy en claro deportivamente cuales son los que deben integrar la nómina definitiva y quienes han quedado en el camino, sin dudas que será un momento de emoción muy fuerte para todos y una catarata de alegrías y tristezas al mismo tiempo, porque habrá que despedir a algunos compañeros, que seguro pasarán a alentar desde afuera pero acarreando el dolor, ineludible.
Un momento que muchos, más allá de la cara de la moneda que pudiera tocar, nos gustaría ser vivido. Lo cierto es que aquel trabajo que se inició a principios de 2010 llega a su fin y ha resultado para quienes lo transitaron -así lo dejan saber- una increíble aventura, de trabajo, emociones, tristezas, esperanzas y alegrías y que un puñado podrá coronar con la participación en el mundial.
De ese grupo, habrá tiempo de ocuparse. Hoy, tal vez sintiendo algún extraño cosquilleo que no es otra cosa que la pasión por este juego, lo que nos viene decir a los que les toque mirar de afuera y llegar "sólo" hasta acá, es que pasado un inevitable momento de dolor y lágrimas por esa circunstancia, verán con claridad que no es lo único que se llevan. Exitos, a todos y que si ese ser superior existe, le de al cuerpo técnico la sabiduría para encarar un momento muy difícil.
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