domingo, 14 de octubre de 2012

All Boys, campeón "cantado"

     All Boys retuvo el título de campeón argentino sub 17 después de derrotar en la final a la selección nacional femenina A por 9 a 1, en cinco entradas, ratificando de esta contundente manera su supremacía en la divisional, al menos muy clara entre los participantes de este torneo que, exitosamente, culminó a media tarde de hoy en el "Arnaldo Gómez" de la Federación Pampeana.
     Mayú, el otro equipo local, cedió en la semifinal ante las chicas de la nacional, ocupando el tercer escalón del podio y ratificando así el predominio pampeano sobre el resto, siempre hablando del resto que participa, lo que es todo un tema aparte. Los Cucos de Lincoln completaron el cuarteto que dominó la parte alta del clasificador, que en forma oficial y por el carácter de invitadas de ambas selecciones nacionales se suben al podio junto al campeón.
     En la cancha y a lo largo del fin de semana, All Boys no hizo más que confirmar todos los pronósticos, es decir que el título esta vez quedaba en casa y que su rival más empinado sería Mayú, lógico habitante de la final si no fuera por un descuido en la semi, que sin embargo no habrá sido en vano sino que habrá hecho escuela en sus filas.
     Con un muy buen departamento de pitcheo, liderado por Franco Ortellado, a la postre premiado como el mejor del certamen, y un poderoso line-up, el equipo que orienta Héctor Eiffes bajo la siempre atenta mirada de Angel Yorgovan y la colaboración de Cristian Pacheco demostró en la cancha lo que se olfateaba en el ambiente, una neta superioridad que hizo que desde el viernes a hoy se fueran dando los pasos firmes hasta la vuelta olímpica.
      Mayú también tiene un muy buen equipo, con mucha proyección y un gran lanzador como Julián Fernández, pero algo menos de poder en ataque, al menos frente a un rival como el campeón. Para superar al resto le alcanzó con creces, salvo ese traspié ante Argentina A en la semi, cuando tal vez entró mas relajado de lo aconsejable y al encontrarse en  desventaja ya no pudo hacer lo suficiente para revertir la chapa, que sorprendió, porque parecía "cantada" cual sería la final.
      Allí esta también el mérito del grupo de la selección, que a decir verdad comenzó con ambos equipos a los tumbos el viernes pero fue recomponiendo la imagen hasta alcanzar nada menos que la final. Y como se trata de una experiencia inicial en el proceso de trabajo iniciado, cualquier juicio de valor puede ser apresurado pero sí nos quedó la sensación de que en lo global el cuerpo técnico debe cargar en las valijas de regreso con las cosas que vino a buscar.
      En el resto, dos equipos prolijos, sin tanta riqueza individual pero armados y capaces de pelear dignamente y hacerse respetar, como Los Cucos y Estudiantes de Olavarría, dos enormes semilleros hechos como se hace el sóftbol argentino, a fuerza de pulmón, sacrificio y escaso apoyo. Lo mismo para el renaciente sóftbol de inferiores de Bahía Blanca, en  este caso representado por El Nacional con un conjunto al que se le nota de lejos lo novato que todavía es pero también la estirpe de su origen y el apasionamiento de quienes conducen, por lo que sólo es cuestión de tiempo.
     En el caso de América, otro de los tantos surgimientos que los Juegos Bonaerenses provocaron en esa provincia y que, salvo lo que ahora está haciendo la conducción de ASBA, han quedado desperdigados y a merced de la voluntad de sus mentores para proyectarlos, como el caso de Pablo Chiaramonte, que tiene mucho material todavía en bruto pero por el que valdría la pena, como en tantos sitios, ocuparse y apoyar.
      La presencia de la selección nacional en el arranque de un nuevo proceso de cara a futuros compromisos internacionales, que hay que apoyar como en este caso hizo la FPS permitiendo su participación, más la presencia del resto de los participantes, todas teñidas por ese esfuerzo y sacrificio enorme y sostenidos por esos apoyos pequeños, marcaron este fin de semana en el "Arnaldo Gómez" un perfecto gráfico de lo que es hoy el sóftbol argentino en lo que debería ser su aspecto más sólido, la base.
       Con las miradas de todos puestas en el cercano mundial, que nosotros también miramos y esperamos, se vio aquí la orfandad habitual de los que luchan de abajo, los que hacen todos los días sin apoyo alguno para nutrir luego a los que sólo suben a aviones. Salvo algún mail respondiendo a consultas, ni siquiera un llamado telefónico de Jacinto Cipriota, presidente de la CAS, con un diplomático deseo de buen torneo.
       Millones, muchos millones se han invertido en los últimos años para proyectar a la Argentina a nivel internacional. Millones que se han gestionado, que fueron buscados porque por lo general nadie anda ofertando ese tipo de cosas. Genial, incuestionable y caben muchos adjetivos más. Ni una mísera moneda, ni una ínfima parte de esos millones fue volcada para el desarrollo, en todo el país como escribió hace muy poco el "Colo" Vittor antes de viajar a Medellín, en apoyo de esos que, como entrenadores, dirigentes o simples colaboradores, hacen posible que estos señores llenen y llenen hojas de pasaportes. Y ni siquiera el "vuelto" de regresar -imaginamos- con tantos nuevos conocimientos y experiencias y volcarlas en clinícas, charlas o cualquier cosa que sirva para que, al menos por un rato, los que todos los días hacen la base sin pedir nada reciban una palmada, aunque no sea muy sincera.
       Humildemente, desde aquí, nosotros queremos rendir nuestro homenaje y reconocimiento permanente a los que, lejos de los millones, siguen haciendo la base.

No hay comentarios: