La reacción del Comandante

La selección nacional femenina partió a Venezuela en medio de una tregua, así más o menos se la calificó, buscando un apoyo total al equipo y tras la polémica que se desató tras la publicación de las elegidas por el técnico Guillermo Spotorno para la nómina que hoy juega el mundial.

Tras esas críticas, el presidente de la CAS, Jacinto Cipriota, salió en defensa del entrenador y el proceso que encabeza poniendo por delante algunos argumentos valederos y otros no tanto. Habíamos señalado en aquella ocasión, sin entrar al fondo de la cuestión (las jugadoras apartadas que más de medio mundo piensa fue una determinación equivocada) que Cipriota tiraba la pelota afuera y se iba por las ramas.

Es su estilo salir a cuestionar a quienes lo cuestionan, a él en lo personal o a los que él prohija. En este blog (recorrer los archivos) hay ejemplos sobrados, de su cosecha, de que no tolera divergencias y mucho menos que estas se hagan públicas.

Ahí tiene, tuvo y tendrá insalvables diferencias con este blog. O para ser más precisos con quien escribe, Héctor Esquisatti. Esto dicho para quienes tienen alguna duda acerca de “Jardinero”, un apelativo que nada tiene de anónimo y mucho de pequeña historia personal que ahora no viene al caso.

Cipriota, sigue creyendo que poniendo la basura bajo la alfombra las cosas son mejores. Que minimizar nuestra inteligencia, la de sus pares (muchos de ellos meros adláteres que sólo saben responder “sí”) y las de cuerpo técnico y jugadoras, evitando que escuchen o lean en estos espacios o en las redes sociales las opiniones y comentarios que se hacen sobre su actuación es lo mejor.

Tal vez su contacto con el Comandante Chávez lo ha envalentonado y trata de silenciar, como lo hace Chávez en Venezuela, las voces que no comparten su pensamiento.

En el espacio titulado “Cambiamos tarde”, que se refiere a declaraciones en conferencia de prensa de Guillermo Spotorno, Cipriota hace lo que él critica. Frente al teclado no acepta el disenso y agrede, vitupera, acusa y trata, como ya dijimos, de poner culpas en alguien a miles de kilómetros, de llevar a ese punto una atención que únicamente debe y está centrada en el campamento argentino en Caracas. Y allí, en las decisiones deportivas que se tomen, pasibles de ser compartidas o no.

No para allí la cosa. Hemos publicado ese comentario, donde de las palabras de Cipriota se desprende, por suerte, que clase de persona puede ser cuando alguien se atreve a opinar diferente Hay otro, donde ya ingresa en terrenos mucho más personales y agresivos.

Hay mucha letra para responder. Pero más o menos todos saben en este medio quien es Cipriota. Decenas de comentarios tenemos en nuestro poder pidiendo se publique tal o cual asunto relacionado con el presidente de la CAS, todos de gente que sabe de las consecuencias que tendrá si tiene la osadía de cuestionarlo en forma directa.

Es nuestra historia de vida abrir la boca. Lo saben quienes nos conocen, para bien o para mal. Ahora lo sabe Cipriota, desde hace un año cuando este blog informa y opina de lo que a él le gusta y de lo mucho que le disgusta. Ha hecho esfuerzos, nos consta, por silenciarnos, ahora con acusaciones de una acción tendiente a lograr el cargo que hoy es de Guille Spotorno. Nada más lejos de la realidad. No hace mucho, en otro cruce, ya lo había dejado en claro. No sería capaz, pero mucho menos si ese ofrecimiento que nunca llegara viniera de dirigentes como Cipriota. Lo mío es doméstico, intentar aportar algo al sóftbol pampeano, ahora entre otras cosas con un equipo femenino que en menos de dos años ya está entre los ocho mejores a nivel de clubes (“Hagamos Historia” de la APS) y viene de ser tercero en el argentino de selecciones. Eso respaldado por más de treinta años en el sóftbol tal vez alcancen para poder opinar desde una tribuna si un cambio llegó o no a tiempo. Hasta ahí.

Para otra cosa me falta mucho. Mucho conocimiento y una posición que me permita vivir sin trabajar para dedicarme al deporte. Algunos tienen los billetes y creen que eso alcanza.

Hemos publicado que Spotorno asumió un error, lo que lo honra. Esa ha sido nuestra maniobra, transcribir una declaración pública. Hemos visto juegos por TV, están los contundentes números de cada partido. Cada uno podrá hacer su análisis. Y el que sirve lo harán Cipriota y su puñado de colaboradores cercanos y nosotros nos enteraremos mas tarde.

Si Cipriota todavía no aprendió o, lo que es peor, no acepta opiniones distintas, es su problema. Hacemos algunas consideraciones acerca de hechos deportivos. Eso para Cipriota es “destruir” a las jugadoras, cuerpo técnico y dirigencia, según sus palabras. ¿Le habrá dicho lo mismo al árbitro que le dio el out en primera a Flor Olheiser ?.

Estimado Titón, una vez más te repito (ya lo dije y escribí varias veces) que seguro vamos a seguir coincidiendo en algunas (esa gestión de cara al 2012 por ejemplo) y disintiendo en otras. Estar en el mundial es todo un logro, un avance y un orgullo para todos y vos tenés mucho que ver en eso. Pero sí señalamos un error o criticamos una acción o decisión deportiva, aguantá aunque estemos desacertados y hace como me dijo hace poco un dirigente de Paraná, “leo todo y si las críticas son sanas hasta me pueden ayudar a corregir algo”. Y no te preocupes, como vos, algún día podré pagar para ir a un mundial, pero a verlo desde la tribuna.