Japón se consagró esta noche campeón mundial
femenino, al derrotar en la final de la XIII del ISF por 2 a 1 en diez
entradas, con un magnífico trabajo de su lanzadora, Uemo Yukiko, que además
soportó toda la ruta del juego semifinal, con triunfo ante Australia.
En casi tres horas de juego, las
orientales pudieron quebrar la hegemonía yanqui, que en Whitehorse no tuvo en
esta final el poder de fuego que venía demostrando a lo largo del certamen.
Yukko lanzó diez entradas completas, con
sólo tres imparables permitidos, una carrera, dos boletos gratis y ocho
chocolates para guiar a su equipo a la vuelta olímpica y la medalla de oro,
mientras que K. Ricketts cargó con la derrota tras labor de 9.1 episodios,
cuatro hits permitidos, una carrera, un
boleto y diez ponches, relevada sucesivamente por Thomas, que se fue con todos
los ítems en blanco y Triana, que permitió en 0.1 entradas la carrera que
significó el campeonato, un hit y ponchó a una nipona.
El juez argentino Javier Peñarroya, de
gran trabajo a lo largo de todo el torneo, fue la presencia latina en el juego
decisivo, actuando en la primera base.
El juego fue un duelo de pitcheo, con
escasas llegadas a base en las siete entradas. En el octavo, con corredor
arrancando desde la intermedia, tampoco lograron marcar y recién en el noveno,
partiendo con dos en circulación, lograron pisar la goma una vez por
bando. Con dos fuera y la del triunfo en
la segunda, Estados Unidos logró emparejar en uno en la baja de la novena.
A su turno, en el alta de la décima, Japón
hizo el trabajo y marcó la segunda. Luego, se defendió con eficacia y maniató
en segunda a la corredora yanqui, primero por la vía 63, el segundo un
chocolate y el último out por la vía 43 para resolver una floja rola.
Recordamos que Argentina, que ya está en
viaje de regreso a casa, formó parte del grupo A y con récord de 1-6 no alcanzó
la etapa de definiciones.
Esta tarde, en el juego que abrió la
última jornada, por el pase a la semifinal, Japón prevaleció sobre Australia
por 2 a 0, tomando ventajas al promediar el juego y sufrir en la baja de la
séptima cuando Australia llenó las bases con dos imparables y un boleto gratis.
Dos ponches y una gran jugada defensiva de la tercera base, ante un fuerte
batazo, le permitieron al equipo nipón situarse en la final y dejar a Australia
con el consuelo de la medalla dorada.
El viernes, en el comienzo de la
definición, Estados Unidos de deshizo de
Canadá por 4 a 2 y Japón por 1 a 0 ante China, en un juego muy cerrado.
Completaron el cuadro el triunfo de Holanda 4 a 3 sobre China Taipei y la
apaleada de Australia sobre Puerto Rico por 12 a 0.
En la jornada del sábado, Canadá relegó
a Holanda por 4 a 0 y Australia hizo lo propio con China por 5 a 4, ganándose
un lugar para seguir la pelea por el podio.
Primero contra primero, por un boleto
directo a la final, Estados Unidos le ganó 3 a 1 a Japón, que debió encaminarse
por el camino más largo. Allí se encontró con Australia, que al vencer al local
Canadá por 3 a 1 lo dejó en cuarto lugar y sin medalla y se aseguró el bronce,
a pelearlo mano a mano con Japón.
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