miércoles, 7 de noviembre de 2012

Después de la noche de anoche


     Después de doce horas y con una noche de por medio, sin dudas que las pulsaciones han bajado y la noche de anoche quedará ahora guardada por mucho tiempo en nuestro registro. Hablaremos, en años por venir, de aquel juego en el mundial que Argentina dio vuelta y le ganó a México.
    Claro que ahora van pocas horas y que el mundial sigue. Sigue en su conjunto, pero para muchos, entre ellos nos anotamos, creen que el verdadero empieza mañana y que algunos juegos y situaciones apasionantes se dieron en esta parte como una suerte de aperitivo de los tres días finales.
      Es que además del duelo de anoche del local, mas los juegos ante Japón y Canadá y un par de choques más que se dieron y resultaron de alto nivel, no hubo mucho para sorprenderse. Eso no ha implicado que nos hemos aburrido. Un mundial no lo permite, por lo menos este. Aquella victoria de Dinamarca sobre Venezuela, el choque Australia-Nueva Zelanda y cada presencia de India y Paquistán son ejemplos de ello.
     Pero volviendo al juego de anoche, ahora sí hay un espacio para alguna reflexión y para mostrar números, tan evidentes en nuestro deporte.
     Lo primero que aparece es ese marcador final, repleto de carreras. Y todos sabemos que cuando hay muchas, es que hubo facilidades para batear y, generalmente, los consabidos errores cuando la pelota está mucho en juego por esa circunstancia.
     Si a ese concepto le añadimos que pasaron por el círculo, con diferente casaca, ocho lanzadores, ratificamos que no de anoche no fue común.
      Observándolo desde el lado de la nacional, y hablando de la mitad del vaso lleno, podríamos argumentar que el equipo tuvo personalidad (huevos, bah…) para sobreponerse a la adversidad y también respuestas deportivas para zanjar sus propias fallas. Si vemos la otra mitad, luces por lo menos amarillas se encienden por esos errores defensivos y por cierta irregularidad en el line-up.
     Obvio es que cuando se da una realidad como la del martes en el Cargnel, está siempre una realidad emparentada por la otra. Del lado mexicano, aún deben preguntarse en qué fallaron y no pudieron cerrar el juego. El tren pasó más de una vez para los centroamericanos. Lo tuvieron para el KO en el quinto y volvieron a fracasar, y feo, en sexto y último episodio viendo como se esfumó una renta de 8 carreras, si, 8 carreras.
      Irreprochable esta vez, para nuestro gusto, la tarea del dogaut, aún cuando sabemos de la preocupación de los que tiene a su cargo el staff de pitcheo. Está claro que anoche no estaba en los planes utilizar a Huemul Mata, hasta acá la carta ganadora del equipo. En una lógica más que razonable, recién cuando el resultado volvió a estar a tiro se decidió llamarlo al bull pen, quitándolo del jardín izquierdo donde lo ubicaron para aprovechar su bate.
      Anoche, Spotorno, Gamarci y el resto hicieron todo lo posible para corregir las fallas y encaminar la suerte. Todo, pero sabemos que llegado un punto los jugadores deciden adentro y sólo resta esperar. Con el diario del lunes parece fácil, pero anoche creemos que hicieron todo lo necesario y además las cartas respondieron.
      Tras el juego dijimos que había muchas cosas para provocar el desvelo de este cuerpo técnico, siempre atento para cumplir los planes y para timonear si hace falta. En ese deben estar porque ahora viene el mundial de verdad. Sin quitar un ápice de lo logrado, el resultado histórico de ganar la zona en un mundial, todos tenemos que tener en claro que ahora empieza el mundial de verdad, a todo o nada.
     Sabemos que el campamento argentino, su cabeza, lo tiene muy en claro y que son horas de trabajar en la cabeza de los chicos para que ellos también lo asimilen. De nuestra parte la modesta colaboración puede estar en advertir que cierto aire de triunfalismo puede ser perjudicial para la escuadra argentina y que mañana, el en primer cruce de play off los pibes no necesitan presión, sino aliento.
      Para terminar veamos los números. El abridor mexicano Julio Rodríguez, que debió volver en el tramo final, completó 4.2 entradas con 3SO, 4BB, 5H y 7 carreras permitidas. Su primer relevista, Jonathan Muñoz lo hizo en 2.2 y totalizó 2SO, 0BB, 4H y 6 carreras y Ricardo Leyva en 0.1 entrada se fue con todos los departamentos en blanco.
     Por el lado de Argentina, el abridor Pablo Masmú lanzó 0.1 entradas con 1SO, 1BB, 3H y 3 carreras, Lo suplantó Pablo Migliavacca que en 1.0 entradas totalizó 2SO, 1BB, 6H y 3 carreras. Vino luego Franco Gini por 1.0 episodios y quedó con 2SO, oBB, 2H y 2 carreras permitidas. A su turno, Martín González en 2.2 innings sumó 5SO, 1BB, 1H sin carreras y cerró el que a la postre fue el pitcher ganador, Huemul Mata, que trabajó 1.2 entradas con 2SO, 0BB, 4H y 2 carreras permitidas.
     Con el bate, ya destacamos anoche la tarea de Juan Zara, con 3-5, dos sencillos y un cuadrangular con 4 carreras impulsadas y tres anotadas. Huemul Mata volvió a destacarse, con 2 de 4, dos anotadas y dos impulsadas. En su único turno, Daniel Aranaz dio un doblete vital, que impulsó la del empate, jugada que además derivó en un error que Mata aprovechó para pisar el plato y poner a Argentina arriba 11-10, después de ir en desventaja desde el primero.  

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